CINTA nos ofrece un proyecto multidisciplinar: parte de la música para abrazar la danza, la escenografía, el vestuario, el gesto, la mirada… Una sola intérprete que utiliza la voz como lenguaje principal, y se acompaña de violoncelo, ukelele, sierra y sintetizadores grabados. Una sola intérprete que utiliza la voz como lenguaje principal, y se acompaña de violoncelo, ukelele, sierra y sintetizadores grabados.
Es una propuesta cocinada a fuego muy lento, cuidando cada detalle. En su receta hay matices de nostalgia, esperanza por el futuro, pellizcos de curiosidad infinita, y una pizca de fantasía.
Mezclando todos estos ingredientes con delicadeza, CINTA busca conectar con el espectador a través de los sentidos y la emoción, invitándolo a despertar la imaginación y abrir su corazón a una experiencia que las palabras no pueden explicar. Dream pop, folk, indie, experimental… se fusionan en su propuesta más intimista.
Pero para entender qué es, hay que vivirlo en persona.